Sagrado y profano

Entre lo sagrado y lo profano  mi vida danza esperando algún día conseguir respuestas que llenen esos espacios que sólo el degustar de un buen vino logra colmar por instantes. Lo sagrado hace que recuerde la herencia ancestral, mi primigenio origen… que soy polvo de estrellas y parte del todo. Lo profano, ¡ah! lo profano, son lúcidos ¿lucidos? Momentos de destello que confunden en un abrazo la vida y la muerte, principio y fin, el todo y la nada. Sagrado y profano van de la mano, recorriendo espacios cargados de  añoranzas e ilusiones propios del Mito de la caverna de Platón que en dialéctica eterna se acompañan y comparten retazos de vida. Sagrado y profano danzan  conmigo mientras espero y en la larga espera a ratos disfruto, a ratos desespero…